GERMÁN SÁNCHEZ ESPESO
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Los humanos se creen reyes
de apetitos y de ardores,
igual que se creen señores
de los arados los bueyes.
La rana en el nenúfar
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La sonrisa más sincera
del reidor es risible;
muestra la parte visible
de su horrible calavera.
La rana en el nenúfar
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En manejar la pesada
cada cual anda muy ducho:
lo que uno da, vale mucho,
y lo que recibe, nada.
La rana en el nenúfar
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Si observas al hombre, pronto
has de ver lo nunca visto:
mentira que engaña al listo
y verdad que engaña al tonto.
La rana en el nenúfar
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Sólo hay dos cosas sencillas
que a nadie nunca han mentido:
de la vida, el recorrido;
del reloj, las manecillas.
La rana en el nenúfar
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Las verdades son eternas
en cines, en dormitorios,
prostíbulos, velatorios,
en púlpitos y en tabernas.
La rana en el nenúfar
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Sólo hay un camino cierto
de alcanzar la perfección:
poner toda la ilusión
en barrer todo el desierto.
La rana en el nenúfar
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No le exijas nada más
al espejo, si te irrita:
exactamente te quita
justo lo que no le das.
La rana en el nenúfar
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Tendrás que oír al más fuerte:
“Pues tu vida es mi alimento,
no sabes cuánto lo siento,
pero ahora debo comerte”.
La rana en el nenúfar
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Para las vidas más perras
habrá un arreglo bonito:
cuando caiga un meteorito
¡final de todas las guerras!
La rana en el nenúfar
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Es de mucha utilidad
tener siempre un buen amigo,
pero sólo tu enemigo
te va a decir la verdad.
La rana en el nenúfar
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El amor es un invento
de una niña envuelta en tul
que espera un príncipe azul
que sólo habita en un cuento.
La rana en el nenúfar